Hay muchas leyendas sobre la figura de Merlín, pero solo podemos referir una, que tendrá un punto de vista y será una de tantas síntesis de muchas de ellas.
En principio el nacimiento de Merlín se relaciona con su concepción entre un padre sobrenatural y una madre religiosa cristiana. El padre sobrenatural es el símbolo de la Naturaleza Celta, en el padre se centran toda la Cultura Celta Pre-cristiana y en la madre todo el nuevo mundo que traía el Cristianismo inicial. Nace así una unión que irá creciendo con el tiempo entre los Celtas y los Cristianos. Mucha de esta nueva y creciente cultura se verá desarrollada en los escritos Artúricos, referidos a la maravillosa historia del mítico Rey Arturo.
Merlín era capaz de hablar con los animales, de cambiar de forma, de hacerse invisible, y también de controlar el clima y los elementos, aunque estas habilidades las empleaba con sumo cuidado para no enfurecer a la Naturaleza, la diosa más poderosa, "Conocía la esencia de todas las cosas, su transformación y su renovación, conocía el secreto del Sol y de la Luna, las leyes que rigen el curso de las estrellas en el firmamento; las imágenes mágicas de las nubes y el aire; los misterios del mar Comprendía el grito áspero de la corneja, el volar cantarín de los cisnes, la resurrección del fénix. Podía interpretar el vuelo de los cuervos, el rumbo de los peces y las ideas ciegas de los hombres, y predecía todas las cosas que sucedían después." Se decía que Merlín tenia contactos con las hadas, los gnomos, e incluso con los dragones; se le considera el único hombre que se ganó el respeto y la admiración de estos monstruos, no sólo por su bondad y sabiduría sino por sus dotes artísticas (fue un maestro de la poesía y la literatura).
Si tratamos de interpretar todas sus capacidades, que hasta hace poco parecían “sobrenaturales”, nos encontramos con que hoy no lo parecen tanto. Aquellos que van de un plano a otro, o que dominan muchos de sus cuerpos, son capaces de hacer muchas de las cosas que hacía este “Mago”.Que sin duda los hubo muchos en los tiempos, como así mujeres llamadas despectivamente Brujas.
Por otro lado, si bien el Cristianismo fue un gran aporte a la Cultura Celta, fue también, en manos de muchos de los usurpadores de esta religión-filosofía, el mayor destructor de la cultura celta y de entre sus organizaciones partieron los asesinos de muchos de los miembros de este pueblo. Hablamos de la “Superestructura” Católica, con la cual particularmente disiento muchísimo, por su historia y presente. Esta fue la encargada de destruir la cultura Celta, (recordarán la Santa Inquisición, la quema de Brujas, etc.) como lo hicieran con los Americanos y otros pueblos que no compartían la sumisión a su poder disfrazado de Cristiano.
Desde ya que las grandes culturas saben sobrevivir y renacer, no ya como fueron originalmente, sino modificadas por la fusión con la nueva. Además saben mimetizarse y guardar su esencia hasta que nuevos aires corran. Hoy día, en el nuevo siglo XXI, las condiciones vuelven a darse para que renazca un nuevo Espíritu Celta.
CIMAN - 21-01-11
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