jueves, 13 de enero de 2011

Espíritu Celta - 13-01-11


Glastonbury es uno de los lugares con más misterio y magia del Reino Unido. Identificado por muchos con el Ávalon de las leyendas célticas y artúricas, constituyó siempre un importante centro sagrado para los diferentes cultos que se sucedieron en la isla. Se trata de una zona de unos 20 kilómetros cuadrados que comprende principalmente unas pequeñas colinas, las ruinas de una importante abadía medieval, y el pueblo que surgió al amparo de esta y la sobrevivió.
Dominando todo el lugar se alza la imponente colina de Glastonbury Tor, coronada por una torre que es lo único que queda de una antigua iglesia consagrada a San Miguel. Aunque la colina es de origen natural, en torno a ella se distingue los restos erosionados de un sistema de terrazas erigido por los pobladores prehistóricos del lugar. Algunos estudiosos creen reconocer en ellas una estructura de laberinto cuyo carácter simbólico parece indicar una finalidad religiosa. Se trataría un centro de peregrinaje e iniciación que probablemente se mantuvo con la llegada de los druidas.
Pero la colina Tor no es el único vestigio prehistórico. Para algunos autores, en el paisaje de toda la zona se esconde un zodiaco sagrado, reflejo de las constelaciones del firmamento, y solo apreciable por completo desde el aire. Los antiguos pobladores crearon este gigantesco templo de las estrellas aprovechando los accidentes naturales; su conservación la habrían llevado a cabo iniciados en la antigua sabiduría hasta llegar a época ya cristiana.



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