martes, 7 de diciembre de 2010

R E F L E X O L O G I A - Arte y Ciencia de la Salud y el Placer...


En los pies y en las manos, entre otros “puntos finales” del cuerpo,  existen áreas que son el reflejo de cada componente del organismo (ver infografía de pies) . La actuación sobre esas zonas puede ayudar a mejorar las funciones de órganos y aparatos, para que recuperen el equilibrio perdido o se opongan a la agresión de agentes capaces de desarrollar enfermedades. Estos puntos finales o “zonas” son trabajadas mediante masajes zonales.
Los expertos en masaje zonal comparten dicho concepto. En efecto, están convencidos de que en los pies y en las manos existen zonas representativas de todas las demás partes del cuerpo, con las cuales están conectadas por vía nerviosa.. Además, consideran que, como consecuencia de influencias ambientales desfavorables, se puede registrar una ingente acumulación de sales de calcio y de cristales de ácido úrico en las terminaciones nerviosas de los pies, bloqueándolas y en consecuencia alterando la estimulación normal de glándulas y órganos. Determinados masajes pueden contribuir a la eliminación de estos cristales y sales, devolviendo así a los órganos su estimulación normal y en consecuencia la capacidad de recuperar en poco tiempo sus funciones normales. Una muy destacada experta en reflexología, Doreen  E. Bayly nos comunica un nuevo concepto producto de su gran experiencia teórica y práctica. “En mi opinión, también hay un impulso eléctrico liberado por el masaje de presión sobre el reflejo tierno y también hay un flujo de energía sutil, que produce el notable retorno de la vitalidad en el paciente, incluso mientras está aún recibiendo el tratamiento”
Los orígenes históricos del masaje zonal se remontan, inevitablemente, a Hipócrates, padre de la medicina occidental que vivió en el siglo v y defensor del masaje en general. No obstante, no faltan tampoco ejemplos más cercanos a nosotros de hombres ilustres que han practicado con muy buenos resultados el masaje zonal; entre ellos cabe citar al polifacético Benvenuto Cellini (15OO-15), que al parecer combatía dolores de todo tipo imprimiendo una fuerte presión sobre los dedos de las manos y de los pies.
No obstante, la ordenación actual del masaje zonal es obra reciente del médico norteamericano William H. Fitzgerald (1872 1942), que empezó a dar a conocer sus teorías y sus resultados prácticos. Según dicho autor el cuerpo humano se halla atravesado, en sentido longitudinal, por diez meridianos, que lo dividen en otras tantas zonas, cada una de ellas ocupada por determinados órganos cuyo "reflejo" se encuentra en áreas perfectamente definidas de los pies y de las manos. Sobre este planteamiento de origen se han producido numerosas variantes, sobre todo en lo referente a la técnica de masaje de las distintas zonas de los pies y de las manos, que no tienen una indicación concreta, pudiendo cada uno seguir sus propias directrices.
Iridología: Es el conocimiento y aplicación en el diagnóstico de enfermedades, de las zonas microreflejas en el iris de los ojos
Reflexología auricular: Es la teoría de la Reflexología aplicada al pabellón de las orejas. Este método es frecuentemente utilizado por los acupunturistas, sobre todo en tratamientos prolongados
Reflexología facial: En la cara también se han descubierto una gran cantidad de zonas microreflejas de un número igual de órganos, glándulas y estructuras corporales.
Reflexología podálica: Son las zonas microreflejas de todos los órganos del cuerpo, localizadas en el área de los pies. Este es el método más frecuentemente utilizado y el más popular de la Reflexología. Es a mi juicio el más práctico, eficaz y placentero.

Hay además hay otras zonas donde se puede aplicar esta ciencia: dedos y uñas, abdomen, la piel

CIMAN DEL CAMBIO