martes, 9 de noviembre de 2010

NEO CELTAS - Entre el Cielo y la Tierra

 

Parte 2.

 

Culturas “Hallstatt” y “La Téne

Los arqueólogos han identificado dos etapas principales en la antigua sociedad Celta denominadas “Hallstatt” y “La Téne”, nombres que se corresponden con las zonas donde fueron encontrados los objetos celtas.
 
La cultura “Hallstatt” floreció alrededor del 700 a.C., aproximadamente hace unos 2700 años. En este período se produjo un importante cambio tecnológico en Europa. Se sustituyó el bronce por el hierro en la fabricación de armas y herramientas afiladas. Este innovador uso del hierro de “Hallstatt” marcó el comienzo de la cultura celta y de los primeros celtas.
 
“Hallstatt” está situada en Salzburgo, Austria, un país muy montañoso. En este lugar se descubrió una antigua mina de sal y un enorme cementerio prehistórico. La sal era sin duda alguna muy importante para este pueblo, puesto que suponía la base de su riqueza. También se conservaron una serie de artefactos que han permitido a los arqueólogos comprender algunos aspectos de su estilo de vida.
 
El origen de los celtas es algo misterioso, aunque en la actualidad los expertos piensan que proceden de alguna región del subcontinente indio y que mediante una serie de movimientos migratorios cruzaron Europa, llegaron al norte del continente a través de España y también utilizaron una ruta más septentrional a través de Suiza.


En el año 500 a.C. comenzó una fase más dinámica de desarrollo a la que se ha denominado el período “La Téne” ya que fue precisamente en este lugar donde se encontró un importante emplazamiento celta. “La Téne” es una zona pantanosa situada en el extremo norte del lago Neuchâtel, en Suiza. Fue en este lugar donde se encontraron un gran número de objetos de metal y de otros materiales que fueron lanzados al agua como ofrendas religiosas. Aquí se observan características típicas del desarrollo de la cultura celta y pone de manifiesto sus conexiones comerciales con los pueblos mediterráneos.

 
Durante este período se originó una nueva expansión celta y sus conquistas consolidaron su dominio en Europa. Las tribus de Suiza y del sur de Alemania invadieron Italia, llegaron hasta Milán e incluso perpetraron el famoso saqueo a Roma. Otros grupos entraron por Tesalia y Grecia, atacaron Delfos y posteriormente se establecieron en los Balcanes y Asia Menor. En Bretaña iniciaron el desplazamiento por el norte hacia Escocia y por el oeste hacia Irlanda. Algunos llegaron hasta Irlanda del Norte, probablemente a través de Escocia.

 
Los celtas fueron probablemente el pueblo más próspero de la Europa del último período  prehistórico, su cultura era muy diferente a la de los Griegos y los Romanos, pero sin embargo era mucho más sofisticada de lo que se suele pensar. No estaban organizados bajo los fundamentos de un estado. No conocían el concepto de estado ni del tipo de sistema político basado en ciudades como sucede con las culturas clásicas. No obstante, contaban con una sociedad muy dinámica y desarrollada.

Una de las principales características de los celtas es que no distinguían entre el mundo de lo mágico y los acontecimientos históricos, para ellos lo real y lo mágico estaban vinculados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario